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Centenaria

El Imparcial*

El Consejo S. de Salubridad en los mercados de la ciudad

E

l Segundo Inspector de Mercados, D. Antonio A. del Castillo, nos hablaba ayer sobre el proyecto de reformas á los mercados, que trata de implementar el Consejo S. de Salubridad.

–Más que un asunto policiaco –nos decía–, es un asunto sociológico, el que puede determinar que el proyecto no sea viable en gran parte. Quitar a los comerciantes al menudeo de los lugares donde se encuentran, es bien difícil. Allí han hecho su vida desde hace mucho tiempo, su clientela de personas casi tan pobres como ellos. Arrancarlos por la fuerza de los lugares, es quitarles el pan. Mejor sería darles un local que podría construirse muy fácil y económicamente en el interior de los mercados ó fuera de ellos.

El proyecto de reformas

Por lo demás, el proyecto de reformas á los mercados le parece muy importante al señor Inspector de Mercados. Las reformas consisten en hacer mejor que ahora el servicio de limpieza y quitar á los vendedores de los alrededores del mercado, que ahora expenden su mercancía en el suelo ó en mesas al aire libre.

Para evitar el perjuicio que esto último les ocasionaría á los más pobres vendedores, se les haría tomar lugares en el interior de los mercados.

El señor Inspector nos dice que esto sería muy difícil, pues la cuota de los lugares que están desocupados es excesiva para la clase de vendedores á quienes se trata de obligar.

Lo único que á juicio del señor Castillo podría hacerse, era construirse mesas en el interior de los mercados que se alquilaran á precios más reducidos que los puestos de hierro.

–¿Satisface el número y las circunstancias en que se encuentran los mercados, las necesidades de la metrópoli?

–Sí –nos dijo el señor Castillo; y nos enumeró los mercados de la ciudad: la Merced (Iturbide), San Juan, San Cosme, Martínez de la Torre, 2 de Abril, San Lucas, San Antonio Tomatlán, Candelaria de los Patos, Palma, Baratillo, Flores y Volador.

*Se publicó de 1882 a 1883 y de 1897 a 1914