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No detendré mi camino hacia EU
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▲ La migrante hondureña Daniela Evans, madre de Omer Valentín, fallecido ayer, monta el altar donde se colocaron las cenizas de su bebé de seis meses, instalado en el campamento ubicado en la plaza Giordano Bruno.Foto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Viernes 26 de abril de 2024, p. 32

Daniela Evans, originaria del departamento Gracias a Dios, Honduras, y madre del bebé que falleció la madrugada del miércoles, con quien vivió los pasados cuatro meses en la plaza Giordano Bruno de la colonia Juárez, dijo que no detendrá su camino hacia Estados Unidos, por lo que prevé enviar en un autobús la caja de madera con las cenizas del pequeño Omer Valentín rumbo a Tapuchula, Chiapas, y buscar que algún familiar lo traslade hasta el país centroamericano.

Tres ramos de flores blancas, una rosa blanca de plástico, tres veladoras, un carrito rojo y unos calcetines color azul marino acompañaron la pequeña caja de madera con las cenizas del bebé de seis meses, la cual fue colocada en un banco de madera que ocupó un espacio en medio de las casas de campaña del campamento habilitado por migrantes procedentes de Haití, Venezuela, Colombia y Honduras.

Una joven que atiende una lavandería en la calle Roma y residentes de la colonia Juárez llevaron las flores, una olla con té de canela, una cacerola de arroz, vasos y platos desechables para solidarizarse con Daniela, madre de Omer Valentín y otros tres menores de dos, siete y ocho años, de los cuales dos viven en Gracias a Dios.

El hijo de Daniela enfermó el fin de semana pasado; tenía gripe y temperatura, y aunque fue hospitalizado en el Hospital Pediátrico La Villa, no superó una infección en el pulmón, señaló.

Tenía cuatro hijos, se me fue uno, pero tengo que salir adelante, dijo la mujer de 27 años momentos después de que rechazó la propuesta del personal de la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social para abandonar la plaza Giordano Bruno, donde vive ahora sólo con su hijo David, de dos años, y trasladarse a un albergue, del que no recordó el nombre.

Mi bebé ya se fue, no puedo hacer nada. Sólo tengo qué buscar cómo mandarlo a Gracias a Dios con mi mamá. Esa es mi preocupación, comentó, al expresar: si voy ahorita a Honduras está mal, dice mi mamá; tengo que luchar por mis hijos, tres que tengo todavía.

En estos días realizará, por tercera ocasión, la solicitud de cita mediante la aplicación de Aduanas y Protección Fronteriza (CPB One), con el propósito de llegar a Estados Unidos y mejorar la calidad de vida de su familia.

Adolfo Flores, uno de cuatro primos con quien se encontró en la Ciudad de México en enero pasado, comentó que no es opción volver a Gracias a Dios, donde “el salario no ajusta ni para comprar la canasta básica; además, no hay empleo y los robos y extorsiones son el pan de cada día.